jueves, agosto 21, 2008

El ciego y el publicista

Anónimo

Había un ciego sentado en un andén, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera escrito con tiza blanca: “Por favor, ayúdenme. Soy ciego”

Un publicista del área creativa, que pasaba enfrente de él, paró y vio unas pocas monedas en la gorra. Sin pedir permiso, cogió el letrero, lo volteó, tomó la tiza, escribió otro anuncio, volvió a colocar el pedazo de madera a los pies del ciego y se fue.

Al caer la tarde, el publicista volvió a pasar enfrente del ciego que pedía limosna. Su gorra, ahora, estaba llena de billetes y monedas. El ciego reconoció las pisadas del publicista y le preguntó si había sido él quien había reescrito su letrero, y, sobre todo, quería saber qué había escrito.

El publicista respondió sonriendo: “nada que no esté de acuerdo con su anuncio, pero con otras palabras”.

Acto seguido se fue.

El ciego nunca supo lo que había escrito, pero su nuevo letrero decía:

“Hoy es primavera y yo no puedo verla”

Moraleja: siempre es bueno cambiar de estrategia cuando nada nos sucede.

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