jueves, enero 31, 2008

La frase del día

Todo es muy difícil antes de ser sencillo. Thomas Fuller

El asno y el perro

Interesante fábula de Samaniego, que nos recuerda nuestro deber de ayudar al prójimo cuando nos los solicita, y no hacer oídos sordos a los favores que nos piden.

Un Perro y un Borrico caminaban,
Sirviendo a un mismo dueño;
Rendido éste del sueño,
Se tendió sobre el prado que pasaban.
El Borrico entretanto aprovechado
Descansa y pace; mas el Perro, hambriento,
«Bájate, le decía, buen jumento;
Pillaré de la alforja algún bocado.»
El Asno se le aparta como en chanza;
El Perro sigue al lado del Borrico,
Levantando las manos y el hocico,
Como perro de ciego cuando danza.
«No seas bobo, el Asno le decía;
Espera a que nuestro amo se despierte,
Y será de esta suerte
El hambre más, mejor la compañía.»
Desde el bosque entre tanto sale un lobo:
Pide el Asno favor al compañero;
En lugar de ladrar, el marrullero
Con fisga respondió: «No seas bobo;
Espera a que nuestro amo se despierte;
Que pues me aconsejaste la paciencia,
Yo la sabré tener en mi conciencia,
Al ver al lobo que te da la muerte.»

El Pollino murió, no hay que dudarlo;
Mas si resucitara
Corriendo el mundo a todos predicara:
Prestad auxilio si queréis hallarlo.

miércoles, enero 30, 2008

Tecnodependencia

Durante más de veinte años he consagrado mi vida a la tecnología, pues me sorprendía cada día de cada novedad, de cada nuevo programa, de cada nuevo aparato, de cada nuevo "gadget". Viví el inicio de la informática accesible a un usuario normal, comenzando a programar en Basic y en ensamblador en un Spectrum Z80 de tan sólo 1KB de memoria RAM. La época de los 80 fue mágica, pues empecé a colaborar en empresas de videojuegos, empecé mi carrera, impartía clases de ofimática y de programación, accedí al mundo del PC cuando no tenían ni disco duro y había que arrancar con un disquette de 5 y cuarto (flexible), con un sistema operativo a base de texto y de comandos, sin ratón, ni iconos, ni imágenes, ni puertos USB, ni conexiones a internet y, en la mayor parte de las ocasiones, ni a una simple red local.

Durante todos estos años he sido testigo de primera fila de la evolución de la tecnología, y una mente sedienta de nuevos conocimientos, de novedades tecnológicas como la mía, estaba en el frente para absorber como un drogadicto cada dosis de tecnología: el Windows, los lenguajes de programación visuales, el diseño gráfico, la multimedia, el Java, el .NET, el RFID, la mobilidad, las PDA's, los BPM (Business Process Management), los frameworks, Linux... Y mi ilusión de poder aplicar las nuevas tecnologías en cada nuevo proyecto, identificar sus puntos débiles y sus puntos fuertes, optimizar su uso y recomendar mejores prácticas.

Puedo considerarme afortunado por estar en un grupo selecto de mortales que accede y entiende un poco de tecnología, sacrificando mucho en su vida personal, especialmente tiempo con su familia o con sus amigos.

Aquí es donde quiero llegar, pues la tecnología parece volverse como una droga de verdad, que te hace consumir más y más, de gastarte más y más pasta en nuevos cachivaches (teléfonos móviles, pda's, gps, reproductores mp3, reproductores DivX, home cinema, televisores de plasma, videoconsolas, cámaras digitales, etc.), con el fin de satisfacer tu "mono". Pero en realidad nos dejamos atrapar como moscas en esa pérfida telaraña tejida por las grandes multinacionales para consumir.

No niego que la tecnología sea útil, ya que sin ella no podemos hacer cosas de forma segura, como comprar sin dinero, acceder a información sin límites a través de internet, programar tus vacaciones, buscar cualquier cosa y comprarla, poder comunicarte desde cualquier lugar y en cualquier momento, llevar tus películas o tus documentos en un bolsillo, realizar transacciones bancarias desde casa, hacer más segura la conducción del automóvil, etc. Pero, ¿no nos está esclavizando cada vez más, generando necesidades que nunca habíamos tenido?. ¿No estamos siendo sumisos delegando y confiando en la tecnología las cosas que deberíamos hacer nosotros?. ¿Qué ocurriría ante un apagón tecnológico?. ¿Qué ocurriría si un día deja de funcionar internet, o la web de nuestro banco, o la línea de nuestro teléfono móvil, o el control de tracción de nuestro coche, o nuestro pendrive en mitad de una importante presentación?

Somos tecnodependientes. Día y noche. A cualquier hora o minuto del día. Y cuando llevamos un rato sin colocarnos con algo de tecnología, es como si no tuviéramos tabaco. Muchos de nosotros en nuestras vacaciones se vuelve intranquilo si no hay un televisor, o si no hace una llamadita tonta con el teléfono móvil, o no tiene acceso a internet para consultar algo.

Esta tecnodependencia deriva en muchos síntomas de diversa índole, provocando también infinidad de situaciones atípicas comparándolo con un pasado de hace 20 años. La forma de hacer negocios o de trabajar se ha vuelto muy diferente. La productividad se ha disparado, los objetivos se vuelven inalcanzables, la creación de proyectos se vuelve surrealista, la sinergia entre compañeros se vuelve a veces irracional, la competitividad se cimenta en usar lo último en tecnologías intentando ser los yonquis más destacados, la capacitación de técnicos es irreal, se hacen apuestas en negocios "humo"...

La tecnodependencia crea mundos y ambientes virtuales de placer y regocijo, que te evaden por completo de la cruda realidad. La tecnología es el opio de esta nueva era, y alcanza a cualquier clase social. Eso sí, al igual que ocurría con la heroína y la cocaína, hay clases de tecnología, y si quieres tecnología de la buena debes tener poder adquisitivo para codearte con los "guapos". No es lo mismo comprarte una PS3 o una Wii, que una PS2 de segunda mano y a plazos. No es lo mismo tener un smartphone (teléfono móvil + PDA) que tener el móvil que te regalan por unos miserables puntos. No es lo mismo tener un ordenador portátil extraplano y cargado de todo, que un simple ordenador de sobremesa de saldo. No es lo mismo tener un mega televisor de plasma de 72'' a tener uno de LCD de 17''. No es lo mismo tener una cámara reflex digital con un manual de 500 páginas para conocer sus funcionalidades a una camarita de andar por casa.

Y uno reflexiona sobre todo esto y se asusta cuando un frío viento cala en tus venas cuando salta del mundo "Matrix" a la realidad, y se da cuenta de muchas cosas. Se da cuenta que la tecnología le domina a uno y no al revés. Se da cuenta de que el tiempo que se despilfarra navegando por internet o jugando con los aparatitos estarían mejor invertidos en la familia. Se da cuenta de que el dinero invertido en estar al día no era necesario, pues aquellos aparatos están pudriéndose en un oscuro cajón tras haberse estrenado, y que ese capital podría haber sido mejor invertido en una buena cena familiar o en unas vacaciones de un puente o en algo mucho más útil. Se da cuenta de que el tiempo es la materia de lo que está hecha la vida, y que, literalmente, se desperdicia una importante cantidad de vida en una ilusión, en el sinsentido de una dependencia que la mayor de las veces te tiene idiotizado, y de la que sacas muy poco provecho.

La tecnodependencia te introduce en un estado de felicidad virtual, separándote de una felicidad real que no sabes sembrar ni cosechar. Es más fácil evadirse en placeres fáciles y accesibles, pero vacíos, que luchar y sufrir por alcanzar el placer de la consecución de un objetivo difícil. La tecnodependencia te hace sentir superior, invulnerable, anónimo, especial... Te lleva a sitios remotos en unos instantes, te lleva a conocer a gente especial, te lleva a realizar cosas que en la vida real no se llegaría ni a imaginar. En la realidad debes esperar y cansarte en un largo viaje, la gente que conoces la conoces bien y parecen no tener nada especial ni mágico, y cualquier cosa que hagas en la realidad cuesta mucho hacer las cosas.

La realidad es que tu vida está tejida por las hebras del tiempo. La realidad es que la felicidad es la que tú te labras, la que tú quieres y como quieres, con tecnología o sin ella. La realidad es que tu vida se apoya firmemente en los pilares de las relaciones humanas, ya sea con la familia, los amigos, los compañeros, los clientes, los proveedores, etc. Sin ellos, tu vida estaría vacía.

Puede que lo contenido en este artículo sea un drama, pero invito al lector a hacer un análisis saliendo de "Matrix", y pensando qué se hace con la tecnología que uno posee o que quiere poseer, si realmente es necesaria, y si lo invertido en ella es realmente útil. Invito al lector a replantearse su vida sin una tecnodependencia, a desengancharse de ese "mono" tecnológico, y a replantear su vida de una forma más útil y realista, mejorando sus relaciones con familiares, amigos, compañeros, etc. Invito al lector a ser más inteligente que las multinacionales que nos proveen de esa droga, y que seamos nosotros mismos los que dominemos inteligentemente la tecnología, poniéndola a nuestro servicio, y no al revés. Invito al lector a saber decir "no" a un capricho pasajero, y sólo invertir en la tecnología de la que realmente uno va a sacar provecho, y estar preparado para realizar lo mismo sin ayuda de la tecnología.

¿Con qué porcentaje de realidad o de virtualidad quieres llenar tu vida? ¿Prefieres saciarte de felicidad fácil para evadirte de los problemas o luchar con esos problemas y alcanzar con esfuerzo la felicidad que produce el éxito? ¿Prefieres que te hagan feliz momentáneamente con drogas, o merecer una felicidad duradera luchando? Sólo de ti depende.



Rafael Hernampérez

martes, enero 29, 2008

Mi frase

En una guerra no hay vencedores, pues la guerra ya es por sí un acto de derrota y el más cobarde cuando no se encuentra ninguna solución. Rafael Hernampérez

La frase del día

Una derrota peleada vale más que una victoria casual. José de San Martín

Vivir del pasado

Estas reflexiones en forma de versos pertenecen a mi gran amiga Luna, a quien quiero y estimo mucho, y en cuyo espacio (http://cid-58a347d166a58397.spaces.live.com/)nos deja hermosos versos y reflexiones. Cuando leí estas reflexiones me quedé extasiado y no he dejado de leerlas desde entonces, pues en ellas se encierra una gran sabiduría, un mensaje positivo, una esperanza, un consuelo, un regocijo, un gran alivio en nuestro camino hacia la felicidad. Mucha gracias, amada Luna, por estas reflexiones y por dejarme publicarlas en este modesto espacio.


¿Para qué vivir del pasado
si no podrás modificarlo?
El ayer… hoy ya es anticuado,
¿de qué vale recordarlo?

No puedes cambiar tu pasado,
pero sí puedes cambiar tu futuro.
Si antes te has equivocado
cámbiate al camino seguro.

De decisiones que has tomado
deberás hacerte cargo.
Si tal vez perdiste todo
piensa en lo que has ganado.

Quizás no puedas recuperarlo,
pero te queda la experiencia.
Valora lo que aprendiste.
Si estás vivo, te quedó algo.

No puedes regresar al pasado
pero hoy viajas al futuro,
podrás cambiar lo que vendrá,
pero regresar... lo dudo.

Si lo que viene es confuso
deja tus miedos anclados.
Navega hacia un buen rumbo
de océanos inexplorados.

No podrás volver atrás.
No pases la vida añorando.
La arena de tu reloj
ya ha caído del otro lado.

Si recuerdos superan proyectos
la vejez te habrá llegado.
Mira adelante, no atrás.
Pues lo pasado, pasado… Está

lunes, enero 28, 2008

Hubo un momento

Preciosa reflexión de autor desconocido que nos invita a darnos cuenta de lo insignificante y de lo maravilloso que puede ser un momento en nuestras vidas. Gracias, Carmina.


Hubo un momento en el que creías que la tristeza sería eterna; pero un buen día, sin darte cuenta, estabas riendo sin parar.

Hubo un momento en el que la amistad parecía no existir; y conociste a ese amigo que te hizo reír y llorar, en los mejores y en los peores momentos.

Hubo un momento en el que dejaste de creer en el amor; y luego apareció esa persona a la que amas cada día más.

Hubo un momento en el que estabas seguro que la comunicación con "ese alguien" se había perdido; y fue luego cuando el cartero visitó el buzón de tu casa.

Hubo un momento en el que una pelea prometía ser eterna; y sin dejarte ni siquiera entristecer, terminó en un abrazo.

Hubo un momento en el que un examen parecía imposible de pasar; y hoy es uno más de los que aprobaste en tu carrera.

Hubo un momento en el que dudaste de encontrar un buen trabajo; y hoy puedes darte el lujo de ahorrar para el futuro.

Hubo un momento en el que sentiste que no podrías hacer algo; y hoy te sorprendes a ti mismo haciéndolo.

Hubo un momento en el que creíste que nadie podía comprenderte; y te quedaste boquiabierto mientras alguien parecía leer tu corazón.

Así como hubo momentos en que la vida cambió en un instante, nunca olvides que aún habrá momentos en que lo imposible se tornará un sueño hecho realidad.

Nunca dejes de soñar, porque solar es el principio de una maravillosa realidad.

La frase del día

Sin duda hay que perderse para hallar destinos inalcanzables o de lo contrario todo el mundo sabría donde están. "Piratas del Caribe 3: En el fin del mundo"

viernes, enero 25, 2008

La frase del día

Las heridas que te causa quien te quiere, son preferibles a los besos engañadores de quien te odia. Salomón

jueves, enero 24, 2008

La frase del día

El verdadero secreto de la felicidad consiste en exigir mucho de sí mismo y muy poco de los otros. Albert Guinon

martes, enero 22, 2008

Mi frase

La mayor de las veces, los intentos contribuyen a la buena suerte. Rafael Hernampérez

La frase del día

Si no tienes la libertad interior, ¿qué otra libertad esperas poder tener?. Arturo Graf

El asno y las ranas

Fábula de Samaniego que refleja una realidad cotidiana, en la que muchos se quejan y se quejan, cuando otros tienen sus propios problemas, si cabe mayores.

Muy cargado de leña un burro viejo,
Triste armazón de huesos y pellejo,
Pensativo, según lo cabizbajo,
Caminaba llevando con trabajo
Su débil fuerza la pesada carga.
El paso tardo, la carrera larga,
Todo, al fin, contra el mísero se empeña,
El camino, los años y la leña.
Entra en una laguna el desdichado,
Queda profundamente empantanado.
Viéndose de aquel modo
Cubierto de agua y lodo,
Trocando lo sufrido en impaciente,
Contra el destino dijo neciamente
Expresiones ajenas de sus canas;
Mas las vecinas Ranas,
Al oír sus lamentos y quejidos,
Las unas se tapaban los oídos,
Las otras, que prudentes le escuchaban,
Reprendíanle así y aconsejaban:
«Aprenda el mal jumento
A tener sufrimiento;
Que entre las que habitamos la laguna
Ha de encontrar lección muy oportuna.
Por Júpiter estamos condenadas
A vivir sin remedio encenagadas
En agua detenida, lodo espeso,
Y a más de todo eso,
Aquí perpetuamente nos encierra,
Sin esperanza de correr la tierra,
Cruzar el anchuroso mar profundo,
Ni aun saber lo que pasa por el mundo.
Mas llevamos a bien nuestro destino;
Y así nos premia Júpiter divino,
Repartiendo entre todas cada día
La salud, el sustento y alegría.»

Es de suma importancia
Tener en los trabajos tolerancia;
Pues la impaciencia en la contraria suerte
Es un mal más amargo que la muerte.

lunes, enero 21, 2008

El regreso

Hola a todos y feliz 2008.

Tras un mes de vacaciones vuelvo a este espacio con nuevas ilusiones y nuevas fuerzas y con ganas de explicaros un poco mis movidas (si me lo permitís).

Aunque haya sido un mes de vacaciones, realmente he disfrutado de ellas esta última semana, en donde he estado en París (ya publicaré las fotos y os comentaré algo).

Antes de irme tenía unos cuantos problemas bastante fuertes. Uno de ellos era mi casa, que, con un año de retraso, se estaba retrasando más y más, y había problemas legales con las Administraciones Públicas. Tras meses de luchas, sustos y noches sin dormir, el 10 de Enero tuve un último problema que terminó con una bronca mayúscula con el banco que se financió la construcción y que me obliga a surrogar la hipoteca. Si no es porque estoy moviéndome proactivamente y molestando y llamando a todo el mundo, no me entero de que no entro en la lista de personas que iban el día 11 (al día siguiente) para la entrega de las casas. Había un par de problemas legales que no me comentaron y que no me avisaron ni me informaron, y tuve que resolver a contrarreloj. Al final, a las 18:30 de la tarde conseguí pasar a la lista por los pelos, y al día siguiente, ante el notario, ya pude recoger las llaves de mi ansiada casa.

Por otro lado, tres días antes de irme de vacaciones, me cambiaron las vacaciones en el trabajo, haciéndome ir los días 3, 4 y 8 de Enero (partidas por la mitad) para realizar unas tareas. Dichas tareas requerían una preparación, por lo que los días 31 de diciembre, 1 y 2 de Enero tuve que trabajar desde casa, así como también los días 6 y 7 de Enero, fastidiando esos días no sólo a mis vacaciones, si no también a mi familia.

Por si eso fuera poco, mi jefe me llamó el día 9 queriéndome hacer trabajar más desde casa, a lo que me negué rotundamente, y lo que causará problemas el día de mi regreso (hoy). Pero es que... NI PAGADO NI AGRADECIDO, y, por si fuera poco, encima que te revientan las vacaciones, que no respetan tu intimidad y tu vida privada, encima terminas siendo el malo y la empresa la víctima, y terminas con la conciencia de un culpable.

Por lo demás, bueno, fui moviendo papeleos y trámites para la nueva casa (aunque aún no he terminado). Resumiendo, que al final sólo he disfrutado una sóla semana, pero me he quitado un gran peso de encima y puedo mirar mi futuro más ligero de carga. Vengo con el espíritu cargado de energía tras recorrer París y embriagarme de sus calles, su olores, sus gentes, sus escenarios... hummm!!!! Me tenía que haber perdido allí y no volver aquí!!!! jejejejeje

En cuanto a lo del trabajo... bueno... los trabajos son pasajeros. Puedo vivir sin un trabajo, pero no puedo vivir sin mi familia ni mi identidad. Creo que en la balanza de las prioridades lo tengo muy claro, y es hora de empezar de nuevo. Espero que pronto pueda encontrar un nuevo trabajo que pueda satisfacer mis expectativas en lugar de entorpecer mi vida. :-)

Pero ya he vuelto, con la intención de seguir con este Rincón de la Felicidad. El nivel alcanzado anteriormente es muy difícil de mantener, pero intentaré que siga siendo un lugar donde sus contenidos puedan ayudarte a continuar este difícil camino que es la vida.

Sé feliz, aquí y ahora.