lunes, junio 19, 2006

El entierro del burro

Cierta vez, un viejo burro cayó en el interior de un seco pozo. Desesperado y afligido, comenzó a llorar desconsoladamente, haciendo retumbar el pozo con sus rebuznos.

El amo del burro, tras un rato buscándole, oyó sus lamentos, y se asomó al borde del pozo, observándole con atención.

- "Mira tú por dónde que esta es una oportunidad única" - pensó del dueño - "Este viejo y seco pozo necesita ser tapado, y ese viejo burro ya no sirve para nada".

Se fue a su casa, y poco antes del anochecer volvió con sus dos hijos, su hermano y su cuñado, portando cada uno una pala. Al poco tiempo, empezaron a echar tierra al pozo, con el fin de tapar el pozo y de enterrar vivo al burro. El pobre jumento, viéndose en tan precaria situación, empezó a llorar más fuerte, mientras recibía desde lo alto paladas de tierra.

Al cabo de un rato, el pollino dejó de rebuznar. Los cuatro hombres siguieron arrojando tierra al pozo, con energía e ímpetu, con el fin de llegar a tiempo para la cena.

Recién inaugurada la noche ocurrió algo inverosímil. La tierra que arrojaban al pozo era esparcida de repente. El dueño se detuvo a mirar por el borde el pozo, mientras que su familia seguía echando tierra. Observó que la tierra caía sobre el lomo del asno, y que éste se sacudía la tierra para, inmediatamente después, subirse en la tierra recién echada y poder ascender poco a poco hacia el borde del pozo.

Al final, el burro llegó al exterior y salió trotando hacia su establo, ante la mirada atónita de sus enterradores.

Moraleja: En la vida recibirás paladas de tierra, que serán problemas, preocupaciones y tristes sucesos. Para salir de tus pozos deberás obrar como el burro: sacudirte esa tierra y subirte encima de ella. Esos problemas serán la oportunidad que tengas para salir del pozo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Maravilloso! y hermoso el blog, felicitaciones y mil gracias!
Patricia