domingo, marzo 04, 2012

Enfocar el rumbo

Hace casi dos años, me embarqué en la aventura de la política, siendo miembro activo de UPyD (Unión Progreso y Democracia), un partido político español que se postula como la alternativa necesaria para regenerar la Democracia de mi país.  Gracias a mi talento y a mi implicación en la causa, me ha llevado a conocer cientos de personas, a tener miles de followers en las redes sociales y a ir escalando posiciones en los estamentos del partido, llegando a ser Responsable de Organización Territorial de la Zona SurEste y Comarcal Sur de Madrid (unos 30 pueblos).

Ha sido una experiencia viva y enriquecedora, pero exige una dedicación enorme, y en este partido joven aún no hay asignaciones monetarias para esto, por lo que el combustible del coche, el teléfono y las consumiciones necesarias salen del bolsillo de cada uno. Los compromisos son muchos: reuniones, asambleas, mesas informativas, actos, mítines... En el año 2011 hemos tenido dos campañas electorales: las municipales/autonómicas y la generales. El responsable de organización debe dar cobertura a todas las necesidades de los pueblos desde antes de la precampaña hasta el mismo día de las votaciones, procurando abastecer de material y medios, de coordinar las actividades a nivel local y que se compatibilicen con las generales, etc. También he participado en grupos de trabajo específicos, como el de tecnología o uno dedicado a la polémica Ley Sinde, aportando ideas y textos para Propuestas de No Ley (PNL) en el parlamento. También he participado activamente en la campaña electoral de mi municipio, y me encargo de las redes sociales y el social media de nuestro grupo local.

La política me gusta. Conoces un sin fin de problemas y puedes ayudar a mucha gente, aunque de vez en cuando, lo único que consigues es que te miren con desprecio, o haya malentendidos con lo que intentas hacer, o que a mucha gente no le interese que tengas éxito. La experiencia es de autosuperación constante, de incrementar los puntos de vista, de aumentar la implicación y la responsabilidad hacia los demás. Creo que no encuentro palabras para describir lo que se siente al poder formar parte de un gran proyecto, y de tener la oportunidad de colaborar en mejorar tu mundo.

Compatibilizar todo este frenesí con mi vida laboral y familiar ha sido un desastre. Me comprometí y me impliqué mucho más de lo necesario, y aunque hice encajes de bolillos con el tiempo, aprovechando tiempos muertos de trabajo, siempre me faltaba tiempo para dedicarme a mi familia, anteponiendo reuniones de última hora, llegando muchas veces de madrugada, y sacrificando sábados y domingos. El estrés sufrido me llevó a un ataque de ansiedad que casi termina en una taquicardia. Más tarde, me llevó a una situación familiar que casi termina en divorcio.

Aunque es muy importante poder contribuir en el cambio de tu localidad, de tu provincia, de tu país y de tu mundo, más importante es tu propio mundo, que es el que sustenta el resto. Llegó un momento en el que me cuestioné mi propio yo, y me sentí esclavo de los demás, que no era dueño de mi propio tiempo ni de mis decisiones a la hora de comprometerme. Pero uno decide qué prioridades antepone en su vida, qué compromisos decide o no aceptar y a quién dedicar y con quién compartir su tiempo. Esto lo aprendí después de pasar por esa situación, después de rebasar el límite de hacer lo políticamente correcto, de querer satisfacer a todos y por ello asumir más cosas de las que uno necesita o quiere asumir. Después de ser proactivo, ser el primero en hacer las cosas, en anticiparse en lo que ha de ser necesario, en apuntarse voluntariamente a nuevas cosas, en tener iniciativa y aportar ideas que luego te ofreces a llevar a cabo, llega un momento en que ya te sientes como un juguete roto, pues todos quieren que les resuelvas esto y aquello como un favor, porque vas a cumplir, porque saben que no vas a decir que no... hasta que tienes que decir que no. Y entonces llega la sorpresa. No se lo pueden creer. Intentan convencerte para que sigas. Algunos ya ni se acuerdan del por qué de tu decisión ni de las consecuencias que han hecho mella en ti. Sólo piensan en ellos. Son sólo unos pocos casos, la verdad. Pero ahí queda. Te replanteas en qué dedicar realmente tus esfuerzos. Te acuerdas de esa familia que te ha apoyado en todo momento, a pesar de que eran las personas que más te necesitaban y los dejaste de lado. Los que de verdad te quieren apoyan tus decisiones, sean cuales sean. Te acuerdas de que no vives de esto, que no te está compensando nada en comparación con todo lo que estás aportando. Te acuerdas que tu profesión es lo que realmente te sostiene, y que todo esto del partido es algo voluntario y opcional. Te planteas si realmente quieres seguir en esto. Te planteas si realmente te quieres presentar como concejal en tu municipio, y te das cuenta de que si lo consigues y te liberan (cobras sueldo), en realidad estás sentenciando tu carrera profesional, ya que una excedencia durante 4 u 8 años y volver después a los 50 años, te quedas fuera del mercado laboral. Te das cuenta de que lo único que puedes compatibiliza es ofrecerte como cargo de confianza, asesor o consultor por unas pocas horas a la semana, y ayudar en la elaboración de programas electorales, PNLs o estudios específicos que no requieran de mucho tiempo, pero sí de inteligencia y creatividad para asuntos específicos y puntuales, que han de ser procesados en ese momento.

Tras una larga meditación, luchando contra sentimientos arraigados y controvertidos, empiezas a ordenar tu caótica vida, empiezas a valorar lo realmente importante y tomas decisiones drásticas que duelen, pues se trata de una cirugía muy precisa y delicada, donde hay que amputar necesariamente cosas importantes para que sobrevivan otras mucho más importantes. Ello dejará una cicatriz dolorosa pero necesaria. Si no se realiza esta operación, las secuelas serán peores y corre el riesgo inminente de que todo en su conjunto perezca.

Sigo en UPyD tras las muestras de afecto y solidaridad de muchos compañeros, y porque realmente creo en este partido y en su proyecto democrático. Pero ahora mi participación y dedicación se han equilibrado. Mi dedicación estará más orientada a mi familia y a mi carrera profesional, retomando mi pasión por la escritura, por la cultura, por la tecnología y por el desarrollo personal. A la vista está un nuevo libro, que espero terminar este año.

Estoy empezando a realizar cambios en mi vida, empezando por mis ladrones de tiempo, abordando en primer lugar mis hábitos en las redes sociales. Estos ladrones de tiempo son a veces desesperantes, por lo que hay que priorizar y realizar cambios trascendentales. El objetivo es no dedicarle más de dos horas diarias totales.


Twitter

Mi cuenta @rafinguer se verá reforzada, y a ella me dedicaré en cuerpo y alma a partir de ahora. En ella me dedicaré en exclusiva a asuntos de tecnología, desarrollo personal, filosofía, empresa, marketing, redes sociales...

Mi cuenta habitual @rhernamperez, va a quedar casi inactiva, pues ahí tengo todo lo necesario para noticias y tweets de mis compañeros de UPyD. Sólo con estos contactos, mi periódico digital "Gaceta Variatus" (http://paper.li/rhernamperez) se genera cada día con muy buenos y variados contenidos. Lo siento mucho, y me duele. Pero ahora la política es una actividad secundaria.

La cuenta de @UPyDArroyo ha sido incrementada con todos mis listas de noticias y contactos de UPyD de @rhernamperez. A ella le dedicaré un poco de tiempo cada noche, para poner al día los contactos y noticias para nuestro periódico digital "Infórmate" (http://paper.li/UPyDArroyo/1330547094)


Facebook

En cuanto a Facebook, le dedicaré muy poco tiempo (unos minutos cada noche). Ya no se alimentará de noticias políticas y de actualidad, como iba haciendo hasta hace poco. Se alimentará de artículos interesantes que vaya extrayendo de mi cuenta de Twitter @rafinguer, gracias a la replicación automática. En un principio pensé en "matar" mi cuenta, pero en Facebook no existe el derecho al olvido, y no se puede hacer. Crear otra cuenta será un dolor de cabeza para todos mis amigos. Creo que, poco a poco, iré eliminando "no amigos", es decir, amigos con los que no tengo contacto real ni tengo vinculación. Pasaré de 1250 amigos a tener apenas una centena. Lo siento, pero si no, no es operativo ni funcional. Asimismo, iré restringiendo algunos contenidos (visibilidad).

El perfil de Facebook de UPyD Arroyomolinos lo seguiré manteniendo de forma que sólo me consuma unos minutos diarios.


Google Plus

Esta red social social la utilizo tanto a nivel personal, como por UPyD Arroyomolinos. Replico lo que publico en Twitter y en Facebook, y no me quita mucho tiempo. Tiene una participación menor que en Facebook, pero hay expectativas de que vaya creciendo y se haga más popular.


Webs

La página de UPyD Arroyomolinos (http://tuarroyomolinos.com/) seguirá como hasta ahora. Publicaré noticias exclusivas de Arroyomolinos o de gran calado de UPyD, sólo cuando se presente la ocasión. Las noticias se replicarán en el blog (http://miarroyo.blogspot.com/)


Blogs

Mi blog personal político (http://rhernamperez.wordpress.com/) quedará casi abandonado. Sólo publicaré de forma eventual algún tema político concreto que me guste y trabaje sobre él.

Mi mayor enfoque estará en mi participación en el blog de Commandcat (http://commandcat.blogspot.com/).

Mi preferencia estará en mi añorado blog "El Rincón de la Felicidad" (http://rinconfeliz.blogspot.com/), mi primer blog, y al cual me consagro desde Marzo de 2006. Voy a mejorar sus contenidos, y espero que sea más abierto y participativo.

La cuenta de Tumblr (http://homoestupidus.tumblr.com/) posiblemente la abandone, ya que apenas tengo apenas visitas. Lo único interesante que tiene es que las frases que publico se replican automáticamente en Facebook y Twitter.


Picotea

Esta red social funciona en el trabajo, ya que el proxy no la contempla. Puedo acceder a algunos (unos pocos) contactos dedicados a noticias de Tecnología y de actualizar. Lo bueno que tiene es que replica automáticamente en Twitter y Facebook. No me quita tiempo, ya que lo consulto un par de veces al día, y no me quita más de diez o quince minutos.


LinkedIn

En esta red profesional tan sólo estoy presente, y no hago un uso comercial ni de RRHH. Contribuyo, de vez en cuando, a publicar artículos de empresa, coaching, marketing, frases... pero no es habitual.

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