viernes, octubre 10, 2008

No esperes

Anónimo

No esperes una sonrisa para ser gentil.
No esperes ser amado para amar.
No esperes estar sólo para reconocer el inmenso valor de un amigo.
No esperes el luto del mañana para reconocer la importancia de quienes están hoy en tu vida.
No esperes tener el mejor de los empleos para ponerte a trabajar.
No esperes la nostalgia del otoño para recordar un consejo.
No esperes la enfermedad para reconocer lo frágil que es la vida.
No esperes a la persona perfecta para entonces enamorarte.
No esperes el dolor para pedir perdón.
No esperes la separación para buscar la reconciliación.
No esperes elogios para creer en ti mismo.
No esperes que los demás tomen la iniciativa, cuando sabes que te mueres de ganas de un abrazo, de una caricia, de un beso...

No podemos esperar. El momento es hoy. Hoy significa ahora, este nuevo día que comienza.

No esperes el día de tu muerte, si aún no has amado la vida.
No vivamos esperando de los demás. Empecemos a ser protagonistas.
Es nuestra vida, es nuestro presente, aquí y ahora.
Debemos aprender a amar, a dar desinteresadamente, a sentir, a perdonar, a darle valor a nuestras pequeñas cosas, a nuestros amigos, a nuestro trabajo, a nuestra vida de todos los días.
Si vivimos esperando en esa espera, se nos va la vida.
No esperemos de los demás. Nunca sabremos qué nos darán, qué recibiremos.
Muchas personas viven esperando, y en esa espera se olvidan que aquellos que dan sin esperar son los que reciben a manos llenas.

Todo lo que damos es un boomerang, que regresa a nosotros. Si queremos recibir, aprendamos primero a dar. Tal vez nos quedemos con las manos vacías, pero nuestro corazón estará lleno de amor. Y quienes aman en la vida tienen el sello de ese sentimiento en un lugar de su corazón.

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