miércoles, mayo 03, 2006

Lo inevitable

El viejo árbol no puede evitar que aniden en sus ramas.
El viejo árbol no puede detener el paso del sol.
El viejo árbol no puede capturar la primavera.
El viejo árbol no puede llamar a las nubes.

El viejo árbol no puede arrojar a los pájaros.
El viejo árbol no puede apresurar a la luna.
El viejo árbol no puede expulsar el invierno.
El viejo árbol no puede abreviar la sequía.

El viejo árbol sabe lo que es imposible,
e imposible lo acepta.
Jamás desespera ni lucha contra lo inevitable.
Por eso es sabio y sobrevive.

Obraré según la sabiduría del viejo árbol:
no desesperaré jamás contra mis males.
Si puedo solucionarlo, lo haré tranquilamente;
si no, dejaré que pase como pasa la tormenta.

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