Vacaciones

Queridos y felices amigos,

He estado estos días de vacaciones por Galicia, donde he conocido a una buena amiga y lectora de este espacio. Mientras en el resto de España llovía y hacía frío, en Galicia, sin embargo ha hecho un sol bastante agradable. ¿Qué deciros sobre esta tierra mágica y llena de encantos, de gentes acogedoras y paisajes sin parangón?

Reservamos una casa rural al pie de una montaña llena de bosques de eucaliptos, pinos y castaños. La casa estaba construída en piedra, con muebles rústicos y patios extensos y verdes. Muy cerca de este lugar tan entrañable, las rías baixas riegan con sus aguas y sus mariscos estas tierras, creando una riqueza ecológica única en el mundo. Muy cerquita de aquí, en San Martiño de Meis, se encuentra Pontevedra, Combarro, Sanjenjo (Sanxenxo), O Grove, Vilagarcía de Aurosa, Vilanova de Arousa, Cambados, Dena, Carril... Santiago de Compostela, donde estuve el pasado domingo, está a tan sólo media hora por la autovía.

Pero no sólo paisajes y lugares tiene este lugar. Sus gentes son de lo mejor que hay en el mundo. Fui recibido mejor que un rey, y ni un sólo día me ha faltado una sonrisa, un favor o unas palabras de alegría y de sinceridad. La mesa ha estado siempre llena de viandas increíbles, así como de una gran comparsa en compañía de mis anfitriones, cuyo trato ha sido encomiable. Entre vinos de albariño (elaborados de propia cosecha en la propia casa), aguardientes caseros, mariscos de la ría y gastronomía típica de la tierra, he disfrutado como nunca lo había hecho antes.

Mi gratitud eterna a esta tierra y a sus gentes, pero especialmente a mis anfitriones.